Que no hay monstruos en el armario, ni los reyes magos te vigilan para ver todo lo malo que haces. Sé que los malos son muy malos, y los buenos no tan buenos. Créeme, que he aprendido que los conciertos están para dejarse los pies, y la voz. Que los besos a escondidas saben mejor. Que un baño de agua fría a veces sienta tan bien como uno de agua caliente. Que el mundo está plagado de personas agradables, y a la vez, de personas que no merecen ser llamadas personas. Ahora sé que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el pie derecho. Que los tacones a las cuatro de la mañana en una fiesta, ya no están en los pies. Que las medias se rompen muy fácilmente, y que el pintalabios rojo no se borra de las camisas blancas. Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho.

Que qué quiero? Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me llames princesa, que me abraces, que me beses, que te pongas celoso de otros chicos, pero sin pasarse, quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reír cuando me haces cosquillas, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde y que cuando yo lo haga me regañes, que me vengas a ver a la ventana, que vivas cada día como si fuese el primero, que me digas te quiero cuando lo sientas, quiero vivir un sueño, nuestro sueño ...

Puede que mañana no piense igual, que todo sea diferente, que te hayas marchado y no me importe, que me quieras y yo ya no, que te vayas y solo se me ocurra decirte adiós. Puede que quiera a tres personas, puede que tú solo seas un número más, que mañana despierte y no me acuerde de como quererte. Quizás mañana logre ser feliz, puede que me despierte sonriendo, quizás soy así, inestable, caprichosa y sobre todo sé que soy, quien no quiero ser.

Me apetece escribirte algo. Ya sabes, alguna tontería de esas que te hagan sonreír  cuando la leas. Alguna frase bonita, que refleje un poco lo siento, un fragmento de película, algunas frases perdidas de una canción que escuché en cierto momento y me hayan venido a la memoria...

Te mueres por unos mimos. Por un plan de lunes por la tarde. De besos sobrios a la luz del sol. Te mueres. Y lo sabes. Lo dicen esos ojos miel que tienes. Pero como eres muy Chuck Bass, te haces el difícil. Y yo, sigo en mi línea. Y si dices venga yo digo vale. 

Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado. El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia. En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber. Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. 

    Puede que sea un poco tímida y algo estúpida. Puede que me guste escuchar esa tonta canción que me ata a ti. Puede que sea un poco bastante romanticona, y siempre llore al ver alguna de esas pelis de amor. Puede que sea de risa floja, y puede que me guste que me hables a susurros, así tengo alguna escusa para acercarme más a ti. Puede que tiemble cada vez que te veo girar la esquina, y que me derrita cada vez que te veo. Y sabes qué? 

Puede, pero solo puede... Que me este enamorando de ti.

¿Sabes? Yo también sé por qué te quiero. Porque haces las cosas fáciles. Porque si tuviera que elegir un sitio para vivir, sería tu cuarto. Porque debajo de tu cama el mundo es tan pequeño, que parece que no puede pasar nada más. Y a mí no me hace falta que pase nada más, si estoy contigo. Te Quiero.

En esta vida no puedes elegir, no hay elección. No sabes las consecuencias que puede tener algo, ni tampoco sabes lo que se te puede venir encima, tampoco puedes elegir donde naces, ni dónde vives, ni con quien. El destino elige por ti, en alguna parte del mundo se encuentra tu alma gemela, puede ser que no la encuentres o puede que sí, pero eso no depende de ti, depende de las decisiones que tomes o dejes de tomar. Algunas de las personas con las que convives día a día pueden significar todo para ti o te pueden dar completamente igual. Pero en toda regla está la excepción: puedes elegir con quien quedarte, con quien pasar los mejores ratos de tu vida, con quien compartirlo todo o incluso a quien llegar a amar. Y tú eres esa excepción que confirma la regla.

Hay momentos en la vida, en que una sola decisión, en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides querer a alguien, o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa décima de segundo puede hacer girar todo al lado oscuro, o inundarlo de luz. Puede hacer de ti un héroe o un criminal, podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.